¿Tecnologizar el aprendizaje o humanizar la tecnología?
Es innegable que la tecnología se ha instalado en los ámbitos educativos, de una u otra manera, cambiando la dinámica del aprendizaje como lo entendíamos en otras épocas. Desde las primeras computadoras hasta los actuales dispositivos móviles, la tecnología que han ido incorporando las sociedades se ha integrado también al ámbito educativo, teniendo este que acompañar a las nuevas tendencias de comportamiento sociales.
Así es como nos encuentra la segunda década del siglo XXI: sociedades industrializadas de países con acceso tecnológico que dependen en gran forma de sus dispositivos móviles para realizar hasta las tareas más básicas y cotidianas. Frente a este escenario es importante introducirnos en el tema tecnológico y su relación con el aprendizaje delineando lo que consideramos es un dispositivo móvil. Según la enciclopedia libre digital más popular, un dispositivo móvil es un tipo de computadora pequeña con capacidad de procesamiento y memoria, que cuenta con la posibilidad de ser conectada a internet en forma inalámbrica y que tiene la capacidad de realizar distintas funciones. Se los llama móviles porque pueden ser trasladados fácilmente por sus usuarios. Los dispositivos móviles más comunes son las computadoras portátiles (notebook y netbook), los teléfonos inteligentes, las tabletas y los relojes inteligentes, aunque también podemos mencionar las consolas de videojuegos, los reproductores digitales y las cámaras digitales (de video o fotográficas).
Independientemente de las circunstancias en que se imparta la educación (en el aula, en el domicilio del estudiante o el profesor, en grupo, individual, a distancia, etc.), los profesores debemos estar interesados en el uso de los dispositivos móviles porque es a través de ellos que las personas, estudiantes incluidos, acceden a la información que les interesa. No podemos estar al margen de esta tendencia y debemos subirnos a la ola tecnológica para sacar el mejor provecho de ella con el objetivo de lograr mejores resultados en el aprendizaje de los estudiantes. Es una realidad que algunos profesores pueden estar más o menos limitados porque las decisiones sobre los métodos de enseñanza o el contenido no siempre depende de ellos sino de las organizaciones para las cuales trabajan. De todas formas, la creatividad del profesor será la que le permita mantener los estándares esperados del instituto y al mismo tiempo complementar dichos parámetros con métodos nuevos que despierten el interés de los estudiantes por el contenido que se debe aprender en los plazos esperados.
Hay algunas características que hacen de los dispositivos móviles una herramienta atractiva para los estudiantes y el ámbito educativo. En primer lugar, y como parte de su nombre lo indica, tenemos la movilidad. En el pasado, no teníamos la posibilidad de trasladar nuestra tecnología, fuera por su tamaño, peso o por su capacidad tecnológica. Es una gran ventaja para el estudiante poder llevar sus recursos educativos a todos lados ya que las actuales vicisitudes del mundo contemporáneo exigen movimiento constante. En segundo lugar tenemos el tamaño reducido de estos dispositivos. El desarrollo tecnológico ha permitido que los aparatos electrónicos en general reduzcan considerablemente su tamaño al punto de poder tenerlos en el bolsillo de la ropa y que no representen una molestia para los usuarios. Un tercer punto de interés para los estudiantes es la comunicación inalámbrica. El poder acceder a variada información sin tener que recurrir a un cable o a una fuente energética para el funcionamiento del dispositivo. Y el último punto, tal vez el más importante para el estudiante de ELE, es la posibilidad de interactuar con otras personas. En el mundo actual, vemos la dicotomía entre la comunicación y la no comunicación, el estar lejos y cerca al mismo tiempo. Bajo estas circunstancias donde las interacciones cara a cara y las conversaciones reales y profundas parecen perder la batalla comunicativa, los dispositivos se presentan como una alternativa donde los estudiantes pueden abrir su red de contactos y aprender de otras personas que pertenecen a otras culturales y nos muestran una visión diferente de la realidad y el entorno.
En base a las principales características mencionadas, podemos esperar que los dispositivos móviles ayuden a mejorar la productividad de los estudiantes en clase. Esto se podrá deber a que los mismos nos dan acceso a aplicaciones de variado contenido y acercamiento al aprendizaje. En la vida cotidiana los estudiantes usan las aplicaciones para investigar, informarse y aprender. En el ámbito educativo podremos aprovechar el interés pre-existente de los estudiantes por estas aplicaciones para presentar contenidos educativos de una forma distinta a la que se presentan muchos contenidos en el aula. Los dispositivos móviles se adaptan a las necesidades de cada grupo o estudiante por su versatilidad y variedad. Dicha variedad además mantiene la curiosidad y el interés del estudiante por dominar la tecnología que debe enfrentar. Esto implica una participación más activa del estudiante. Además, se adaptan a la economía de todos ya que la mayoría de las aplicaciones son de acceso gratuito. Y finalmente, las funciones lúdicas y las propuestas competitivas siempre son bien recibidas por estudiantes de cualquier edad. Frente a esta receptividad por parte de los estudiantes, el aprendizaje se realiza de manera más comprensiva.
Como conclusión, se puede afirmar que los dispositivos móviles han llegado a la educación para quedarse. Han demostrado que pueden aumentar la productividad del estudiante ya que su movilidad permite a los estudiantes comprometerse con el aprendizaje en las horas en las que no está en el aula. Además, la naturaleza del ser humano es sentirse parte de un grupo, de una comunidad; y estos dispositivos, a través de sus funciones, logran generar grupos colaborativos de aprendizaje donde cada estudiante se siente en igualdad de condiciones con los otros miembros, creyendo que su aporte y su colaboración pueden tener un impacto positivo en los objetivos que el grupo se ha planteado desde el momento de su formación. Será tarea del profesor elegir los medios, recursos y contenidos más apropiados para comprometer a los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje y conseguir las metas planteadas al inicio del currículo.