Los diminutivos en México
¿Por qué los mexicanos dicen cosas como “Un vasito de agua”, “Lo hago ahorita” o “Ahoritita mismo lo tienes”? Para otros hispanohablantes parece ser un uso excesivo del diminutivo, pero para los mexicanos tiene una explicación.
Es porque el idioma náhuatl penetró en el español durante siglos en ese país. Normalmente se cree que cuando una lengua sustituye a otra, como en el caso del español en la Conquista, la elimina por completo; pero quedan muchos rasgos de la lengua primaria (por ejemplo, palabras, nombres de lugares o de conceptos que sólo existen en esa lengua). Este es el caso de los diminutivos.
El náhuatl era una lengua aglutinante: para formar nuevas palabras agregaban otras ya existentes a una, y ésta nueva a otra, hasta tener un concepto totalmente diferente. Los diminutivos para los mexicas tenían muchas funciones:
Ejemplo: "venado" se decía "mázatl" 1) De reverencia: Sufijo "-tzintli". Entonces "mazatzintli". 2) De afecto: Sufijo "-pil". Entonces "mazápil".
3) De insulto: Sufijo "-tli". Entonces "mazantontli".
Algunos otros diminutivos como -tepito, -tl o -tzin eran tan comunes en el habla coloquial que nunca llegaron a desprenderse y sólo se adaptaron a los sufijos existentes en el español; de ahí los “frijolitos”, el “quesito” y la “cremita” para los tacos.
Es curioso que el español mexicano prefiriera estos diminutivos y no los del español peninsular como "-ico" o "-illo", aunque existen varios casos. El más famoso es “quesadilla”, que no tiene nada que ver con el náhuatl. Es el diminutivo de la “quesada”, un platillo español que, dicho sea de paso, tampoco requería de queso siempre.
El uso de los diminutivos es una de las características que diferencia al español de México con el de toda Latinoamérica y para los mexicanos es algo de lo que se tienen que sentir orgullosos: que ni la Conquista ni ningún otro idioma les hace olvidar sus raíces lingüísticas.
Fuente: planoinformativo.com